Sofía Balbontín, Eric Rodriguez, 2016
Tomando en cuenta principalmente las características del paisaje, el diseño se postula como la continuidad de éste. El proyecto por tanto se configura como la reinterpretación de la duna y de las formaciones rocosas de la zona. Las imágenes muestran el proceso proyectual detrás de una búsqueda por articular dichos elementos del paisaje, complementando éstos con artefactos propios de la costa como es la grúa.
Después de un riguroso proceso proyectual, el proyecto se postula como un espacio transparente, que continúa la topografía del terreno mediante su cubierta.
Se utiliza la tensegridad como sistema constructivo para lograr la construcción de un elemento flexible que pueda mutar su forma a favor de los cambios climáticos, sean el viento o las mareas, como también la flexibilidad de uso por los requerimientos del espacio.
El proyecto se presenta como 2 rocas que sostienen entre ellas una malla transparente y flexible. La reintepretación estructural de las rocas será en base a la triangulación de sus cualidades formales, llevando las forma orgánica de la naturaleza a la regularización de sus caras para su eventual diseño y construcción, con el fin de que sean espacios habitables en su interior y exterior.
La malla consiste en una red que funciona con elementos rígidos (perfiles) y flexibles (tensores), donde los primeros se encuentran en compresión dentro de una red tensada, de tal modo que éstos no entran en contacto y solo se unen mediante tensores.
Las rocas serán los recintos que contengan en su interior el programa permanente, mientras la tensoestructura será un espacio público sombreado, que podrá encarparse para eventos, cuando así se requiera.